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Los municipios afectados por el embalse exigen el descarte definitivo de Biscarrués

Los alcaldes de Santa Eulalia de Gállego, Biscarrués y Murillo de Gállego han exigido este martes el descarte definitivo del embalse para poner fin a más de 30 años de amenaza en sus municipios, mientras la coordinadora opuesta al proyecto ha convocado para el domingo 23 de febrero una concentración en Huesca para demostrar la vitalidad de este río y de su territorio, ya que se ha convertido en un recurso turístico en la lucha contra la despoblación. 

Los municipios ribereños están pendientes de la sentencia definitiva del Tribunal Supremo (los magistrados empezaron a deliberar la semana pasada) en el contencioso planteado por los tres ayuntamientos contra el anteproyecto y la declaración de impacto ambiental del embalse de Biscarrués, anulados ya por la Audiencia Nacional. "El proyecto lleva más de 30 años encima de la mesa y la justificación del pantano ha ido cambiando año tras año y proyecto tras proyecto. Se han hecho más esfuerzos en justificarlo que en hacerlo", ha dicho el alcalde de Santa Eulalia, José Antonio Casaucau, para quien "es evidente" que "no se sostiene" y su utilidad es "ficticia". Se ha reducido la dimensión (de 192 a 35 hectómetros cúbicos) y se han puesto unos condicionantes ambientales "muy duros" que, a su juicio, "lo hacen prácticamente inútil, sería un desperdicio de dinero público". 

Uno de los argumentos defendido por los alcaldes, que han comparecido en una rueda de prensa en el puente sobre el río Gállego, es la vitalidad de los tres pueblos situados en su orilla. Han prosperado en los últimos años a la sombra de los negocios turísticos relacionados con este río y sobre todo con los deportes de aguas bravas. Este desarrollo sostenible ha permitido atraer familias jóvenes. "Toda esa actividad económica se frenaría radicalmente si se hace el embalse. Además es el único tramo sin regular del río Gállego y merece la pena conservarlo", ha asegurado Casaucau.   

Los alcaldes apoyan la Mesa del Agua propuesta por Lambán, con el que no han tenido contacto para hablar del asunto. "Cualquier mesa de diálogo es un gran paso", han manifestado, recordando que en 2006 ya se negoció con los afectados. Entonces se acordó reducir la dimensión del embalse, un proyecto con el que tampoco están de acuerdo y que, en su opinión, debería haber sido descartado por los propios beneficiarios de la obra. "Son tantas las restricciones que tiene que su utilidad es mínima",insisten.       

La noche del lunes la Coordinadora Biscarrués-Mallos de Riglos, entidad que agrupa a los opositores, convocó una asamblea con representantes de los ayuntamientos, empresarios, asociaciones y vecinos para reiterar su postura en contra del proyecto.Entre los acuerdos adoptados está la convocatoria de una concentración el 23 de febrero a las 12.00 en la plaza de Navarra de Huesca. "Queremos demostrar que aquí hay vida y un desarrollo sostenible", ha comentado el alcalde de Murillo de Gállego, Juan Carlos López, "para que de una vez por todas se descarte el embalse de Biscarrués". 

En su opinión, los regantes ya tienen una alternativa con el embalse de Almudévar. López explica el cambio de postura del Gobierno de Aragón porque los políticos se han dado cuenta de que no se puede invertir tanto dinero en proyectos "inviables", mientras hay "muchas empresas trabajando directa o indirectamente en el río". En referencia a la postura defendida por el PP, opina que seguir insistiendo en un proyecto anulado por la Audiencia Nacional "no conduce a nada".  

Por último, el alcalde de Biscarrués, José María Giménez, se ha referido al aumento de la población, y un ejemplo de ello es el número de niños matriculados en la guarderíade la vecina localidad de Ayerbe. "Si se hiciera el pantano, la gente que ha venido de fuera se iría". Ha añadido que sea cual sea el pronunciamiento del Tribunal Supremo, los tres municipios afectados mantendrán su oposición.  

Fuente: Heraldo de Aragón